Una forma de disfrutar del río sin dañar el medio ambiente
- somoscorrentinos
- 16 nov 2016
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KAYAK

El Gobierno de Corrientes, a través del Ministerio de Turismo nuevamente ratifica su agradecimiento a la firma Atlantic Kayak, como así también al Sr. Mario Magni de la agencia “Ojos del Tigre”, por la donación de un kayak, el cual fue sorteado en la Feria Internacional de Turismo en su última edición, entre los visitantes del Stand de la Provincia de Corrientes, demostrando una vez más su compromiso por salvaguardar el medio ambiente.
La donación del kayak ratifica el compromiso por el cuidado de la naturaleza y la sustentabilidad de sus recursos, promoviendo un deporte náutico de nulo impacto ambiental, en áreas protegidas (nacionales y provinciales) en la provincia de Corrientes.
Cabe recordar que en la oportunidad, un participante oriundo de Luján se quedó con el premio en la FIT 2016. Se trató de Gian Franco Lamberti de 21 años, quien el sábado 1 de octubre había concursado.
En este caso Lamberti se llevó un Kayak, elemento para disfrutar de actividades acuáticas, uno de los principales atractivos turísticos de la provincia.
Un deporte saludable que beneficia al planeta
El remar enérgicamente (más resistencia del agua) equivale a un ritmo de ejercicio intenso. Sólo con una hora de kayak podemos quemar más de 350 calorías, dependiendo de lo fuerte que rememos. El kayak fortalece los músculos, y no sólo los de los brazos. Dado que el kayak utiliza los músculos centrales, puedes disfrutar de los beneficios de un ejercicio abdominal más allá de los confines de un gimnasio con olor a sudor.
Además el kayak, al ser una embarcación que no posee motor a combustión interna, no genera impacto ambiental, ya que no emite gases tóxicos contaminantes.
Un poco de historia
Al kayak se le atribuye un origen esquimal, más concretamente inuit. La palabra significaría "bote-de-hombre" o "pedazo de madera flotante" ya que se construía a la medida del palista. En la sociedad esquimal, los menores no podían utilizar estas embarcaciones y sólo al alcanzar la mayoría de edad, en un acto ritual, la familia le construía su propio kayak. Se decía que si un esquimal salía a cazar y no regresaba era porque había usado un bote prestado.
En su origen, en el Ártico, el kayak fue concebido originalmente como un bote unipersonal consistente en una armazón de madera revestida de pieles. Tiene una antigüedad de al menos 4000 años.1 Los más antiguos kayaks recuperados se muestran hoy en día en el departamento de Norte América del museo etnológico de Múnich.2 Los esquimales crearon también prendas específicas para esta actividad como el anorak o el denominado cubrebañeras, que en su caso sólo dejaba al descubierto la cara del palista.
Los kayaks contemporáneos de estilo tradicional están inspirados en los diseños nativos, especialmente de Alaska, norte de Canadá, y suroeste de Groenlandia. El escocés John McGregor, explorador, deportista y filántropo del siglo XIX, introdujo y popularizó el kayak y el piragüismo en Europa, donde rápidamente alcanzó popularidad hasta el punto de llegar a ser deporte de exhibición en los Juegos Olímpicos de París de 1924 y parte del programa oficial en los Juegos de Berlín de 1936. Los kayaks modernos se construyeron mayoritariamente en madera hasta los años 50, cuando aparecieron en EEUU los primeros kayaks de fibra de vidrio. Los primeros kayaks de material plástico rotomoldeado se introdujeron en 1973. Hoy en día los materiales de construcción varían; sigue construyéndose en madera pero también en fibra de vidrio, carbono, kevlar, y materiales plásticos, dependiendo del uso que se le vaya a dar al bote.
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